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Os suponemos conocedores de cómo va el magosto en nuestro colegio: básicamente duende y hada del otoño, castañas y juegos.

Este año el duende fue Gabriel y el hada Daniela, ambos de cuatro años. Cosas del azar, porque los encargados de sacar los papelitos fueron dos manos inocentes; los agraciados del año pasado. Luego los podréis ver, bien guapos subidos en la mesa que colocamos para ellos, con su capa, su otoñal cetro, su tiara y tu collar de piña.

Las castañas, pacientemente asadas con cariño por los padres y madres voluntarios que quisieron acercarse al cole, estuvieron riquisimas. Por si no lo hicimos suficiente en directo, agradecemos otra vez aquí su disposición y buen trabajo.

Luego los juegos, tipo "Uno para ganar", cortitos y divertidos. Fue el dia del doce: doce grupos de ñiños, de edades diferentes en cada uno, unos doce en cada grupo, doce juegos, doce turnos para que todos jugasen a todo...

Los grupos de niños tenían nombre de mes (era el doce más evidente que encontramos a mano). Os enumeramos los juegos, aunque los veréis en las fotos. La merienda (empujar naranajas con plátanos), todo por la pasta (ensartar macarrones con espaguetis), caragalleta (llevar galletas de la frente a la boca, o regaliz los más pequeños), globos (llevarlos dando toques, de uno en uno o de dos en dos), torre de tuercas (que montamos con un palillo), abanico (trozos de cartón para conducir una bola de ping pong), vasos (hicimos unas torres graaaandeeeesss), clin clin caja (pelotas de tenis a una caja botando), catapulta (meter agallas en cubos con una cuchara como lanzador), pesca (nuestro viejo amigo desde hace diez años), zapato volador (a dejarlo de pie en una mesa) y atuntao (jugar a los bolos con latas de atún).

Como cada juego apenas duraba tres o cuatro minutos, fue dinámico y divertido. Si, también un poco caótico, pero es que mover 150 niños con muchos adultos mirando (qué bien tener tantos espectadores) no es fácil.

También hay que dar las gracias a los padres, madres y abuelos que nos echaron una mano con los juegos. Gracias por ser pacientes y por participar de las cosas del colegio.

Acabamos cerca de las dos, el tiempo justo de recoger e irnos para casa.

Solo falta decir que los chicos llevaban un carné para sellarles las pruebas que superaban (casi todas, claro). La idea era recaudar algo de dinero (los niños buscaron patrocinadores) para alguna buena causa. Ya os pondremos en el tablón la cantidad recaudada y a quién se le envía.

Vale, las fotos, que es lo que más os gusta (os dejamos con ellas y os citamos para el año que viene).