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Como cada año por estas fechas, hemos hecho una visita a los mayores de las residencias del pueblo, que ya sabéis que hay dos y muchos ancianos en ellas.

La idea es muy sencilla: a los peques les sirve de ensayo para el festival de la tarde y somos conscientes de la alegría que llevan a los residentes. 

Los niños cantaron muy bien, pero creemos que eso no es lo más importante, porque lo que es un placer es ver algunas caras de alegría al poner en contacto a los más mayores con los más pequeños.

Bueno, como los villancicos los podréis oír en los vídeos del festival, aquí simplemente os dejamos con las fotos. Eso sí, queremos agradecer lo bien que nos reciben en ambas residencias, que donde no nos ponen un piscolabis nos regalan una bolsa de chupitainas, vamos, que merece la pena el esfuerzo aunque igual lo haríamos sin premio.

Hasta el año que viene.