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El martes, 9 de abril, recibimos la visita de los alumnos del tercer ciclo de Morales del Vino y de chicos portugueses de las localidades de Miranda y Palaçoulo.

La actividad la impulsa la asociación Duero - Douro, que organiza estos intecambios entre colegios a ambos lados de la frontera.

Teníamos previstas un montón de actividades, pero no siempre rueda todo suave. Los dos tiempos, el meteorológico y el cronológico, se portaron regular. Por un lado la mañana quedó algo deslucida por una ligera llovizna que, a ratos, hizo incómoda alguna actividad. Por otro, anduvimos algo justos de tiempo, ya que no pudimos arrancar hasta pasadas las once y media. Cosas de los viajes, que son imposibles de ajustar a la perfección.

No obstante hubo tiempo para presentar nuestro colegio a los visitantes, para lo que usamos nuestro lipdub  en lo que toca al colegio de primaria y la visita directa para conocer la parte de infantil. No hubo tiempo para visitar a fondo el colegio grande, donde teníamos preparadas actividades con la smart table, en las aulas de  música e inglés y algunas de las de primaria.

Menos mal que la lluvia nos dejó jugar un ratito con los juegos autóctonos que habíamos preparado. A los tradicionales rana, petanca, aros, zancos y sogatira, se unieron la herradura, el bastón y el billar romano. Estos tres últimos atendidos por personal de la federación zamora.

Repartida la comida, los visitantes, y nuestros chicos del tercer ciclo, se fueron a Morales del Vino. El resto, incluídos los pequeñitos de infantil, aprovechamos los juegos (y el hecho de que la lluvia se marchó un ratito). Lo pasamos muy bien.

En Morales comimos los bocadillos y conocimos el colegio: grande y con muchas zonas nuevas que da gusto verlas. Estuvimos en el patio un rato, jugando al fútbol en un populoso España-Portugal con resultado difícil de evaluar (era complicado saber quién iba con quién) o paseando.

Luego los de Morales bailaron el Galandum, muy bien por cierto, mientras los portugueses nos cantaron alguna canción típica. Tras bailar un multitudinario Galandum de nuevo, se repartieron unas aceitadas y los portugueses emprendieron camino a casa. Esperamos que les gustara la visita, volveremos a verlos en breve para un festival de teatro que se celebrará en Villaralbo. Pero eso ya será motivo de otra crónica.

Aquí tenéis un montón de fotos para terminar: