La última excursión de este año fue un poco tarde, el 18 de junio, que ya sabéis que no es lo habitual. La razón fue la suspensión, por amenaza de lluvia, de la que estaba prevista. Viendo el resultado final casi hay que alegrarse. Os contamos lo que hicimos: primero fuimos a Medina de Rioseco (Valladolid). Allí recorrimos un tramo del Canal de Castilla. Es una obra realizada entre mediados del siglo XVIII y el primer tercio del XIX, un intento de canalización para el transporte de mercancías al norte. El ferrocarril lo superó muy pronto. Recorrimos unos kilómetros del ramal de Campos. Un viaje tranquilo y muy agradable, además nos dejaron "conducir", cual curtidos marinos de gorra de plato y luenga barba. En las fotos de abajo tenéis pruebas de que lo que os contamos es cierto. Milagrosamente no volcamos ni matamos a ninguna carpa.
| |
También visitamos una antigua fábrica de harinas. Es un edificio viejo, aunque sólo hace unos años que dejó de funcionar. Fuimos subiendo a los distintos pisos para ver todo el proceso de tratamiento del trigo.
El edificio en sí merece la pena tanto o más por sí mismo que por su función, ya que está hecho en su mayoría de madera. La maquinaria también, además había muchas máquinas curiosas que aprovechaban el agua como elemento para moverse, cribar...
Era difícil caminar de incógnito por esos suelos de tablones que delataban el paso de nuestra "tribu". | |
Después nos fuimos hasta Olmedo, donde antes que nada fuimos a comer a un parque. Las fotos de alrededor sirven para que os hagáis una idea: arriba veis a Carmen cuidando de sus polluelos, que era un gusto ver como daban cuenta de sus viandas. La digestión fue muy sencilla, bastó con subirse a los numerosos aparatos (por cierto, muy modernos) que nos rodeaban. Arriba a la derecha podéis apreciar la conquista de la pirámide de cuerdas (como dicen los alpinistas ¿Por qué subir? Pues... está ahí). En la foto de la derecha está Gala aprendiendo a usar el skate-board, pero con carril y cuerda de seguridad. En la cola, los siguientes clientes esperan su turno. | |
Por la tarde visitamos el Parque temático del Mudéjar de Castilla y León. A la vista de las siguientes fotos, tenéis que decidir entre dos opciones: a) Los niños, al entrar por la puerta, mudan en gigantes de muchos metros de altura o... b) Lo que hay son reproducciones a escala de castillos. Vosotros mismos. La verdad es que es un placer muy curioso sentirse como Gulliver. La foto de la izquierda muestra a Héctor y Omar en el patio interior del castillo de La Mota (el más grandote que hay). La foto de abajo a la izquierda muestra el mismo patio visto desde la torre y... lleno de guerreros.
| |
En la foto de arriba, uno de los dos trenes que circulan por el parque. Llamaron mucho la atención de los niños, y a algún pequeño hubo que convencerlo, con esfuerzo, de que no cogiera un vagón y se lo llevara "pa" casa. Excelentes reproducciones de la estación, con todos los detalles, personilla-jefe de estación incluida.
A la izquierda Alex y Pablo parecen a punto de arrancar un tejado, como si fuesen dos golems destrozando los edificios de la estepa castellana.
Después de tomar un pequeño refrigerio, volvimos a Villaralbo, donde llegamos a eso de las siete y media.
Tuvimos un día estupendo, con sol y sin aire, casi demasiado, que después de un mes de junio tan atípico el verano nos atacó a traición.
Por último os animamos a que visitéis en familia estos lugares, que están muy a mano (una hora de coche) y permiten pasar un día agradable aprendiendo cosas. |